Hace unos pocos días, el pasado Lunes 10 de Diciembre, tocó en la Sala capitol el guitarrista Steve Vai y tuve la suerte de poder ir al concierto. Suerte porque es un músico que me gusta desde hace la tira de años y es un punto que toque donde vivo y porque las entradas duraron a la venta poquísimo tiempo y conozco a mas de uno que se quedaron sin poder comprar los tickets. Sin duda se había creado mucha expectación ante el concierto de Steve Vai. Ahora solo faltaba que se cumplieran tales expectativas.
Conozco a bastante gente que no le gusta este tipo de música instrumental, que incluso le parece cargante tanta guitarra y virtuosismo. No voy a negar que es una música que hay que saber entenderla pero eso no quita para que podamos escuchar autenticas maravillas de las manos de este tío. Esta es la preocupación que tenia antes del concierto, de si tocaría en plan efectistas luciendo su técnica prodigiosa y virtuosismo haciendo mas que un concierto un show, o si por contra intentaría algo mas musical dentro de su estilo brindándonos un concierto con cierta madurez y buen gusto.
Bueno pues al final fue ni una cosa ni la otra. O mas bien las dos cosas a la vez. El concierto empezó con bastante caña, con la gente flipando y con un Steve Vai con una energia inesperada, por lo menos para mi.
Poco a poco se fue viendo que Vai tenia muy claro que era lo que quería hacer. A medida que fue sacando una guitarra para cada cancion, que fue cambiando de vestuario, de registro de temas y charlando con el publico quedó claro que lo que pretendía era hacer un show con una buena selección de temas y que el publico se llevara el mejor recuerdo posible de la noche. Y desde luego asi fue, en mi opinión lo dio todo.
Una de las cosas que mas me sorprendió fue el buen rollo y el cachondeo que tenia Steve Vai. Después de la primera canción le pusieron un micro y empezó a hablar y la verdad que estaba de un humor inmejorable, y a lo largo del concierto fue haciendo chorradas cada dos por tres, algunas bastante graciosas, como cuando salió el batería con una batería portable y una calavera que hablaba.
O cuando cogió una cámara a un fotógrafo y se hizo una foto de el y también de su culo, los pantalones no eran para menos (hasta se puso a bailar funky)
Quizás la parte mas chorra del concierto fue en la que apareció vestido con un casco y con luces por todos lados. La guitarra que parecía un parque de atracciones, llamaba tanto la atención que no me acuerdo ni que tocaba.
Vai estuvo acompañado de un guitarrista impecable, como no. Y de un bajista también muy bueno, al que curiosamente se le rompió una cuerda (la 5º de uno de seis cuerdas) y de un batería que era un cacho burro de los manporros que daba. Habia una mujer con un arpa que en general no se oía mucho pero cuando si se oía sonaba genial.
Resumiendo un concierto divertido, de calidad, donde la gente lo pasó en grande. Tres horas con mucha variedad y buen rollo.
Te faltó comentar Lo GUAPA ,GUAPA!!,que era la del arpa….
Jajaja, vaya coñazo el tío que se nos puso al lado.